jueves, 25 de enero de 2007

Se robaron la rueda de la estación.
Fue increíble, nunca hubiera imaginado que eso podría pasar.
¡Se la robaron!
Sospechan de que haya sido alguno de los trabajadores, porque se ve que las antigüedades ferroviarias aumentaron de precio hace poco, entonces quería venderla, supongo.
Todo aumenta últimamente. Hay cosas que en las góndolas están un setenta porciento más caras que hace menos de un mes, dice mi mamá.
Yo no entiendo cómo calcula tan rapido los porcentajes. La regla de tres simple la tiene aceleradísima, me parece.
El calor, el gasto de agua, el consumo de energía, el hambre, la pobreza, la contaminación, la población todo aumenta.
Lo que no aumenta son las porciones de comida de los restaurantes. Hace como tres meses que voy al mismo y pido lo mismo, y siempre igual. Y no sé si no son más chicas.
Igual es rico.
Una vez, hace como un año, en otro restaurante me pedí un arrollado de pollo con muzzarela y jamón en el medio, que estaba riquísimo. Y la salsa era champiniones. La tía se pidió una milanesa napolitana, preguntó a ver si sobresalía del plato y le dijeron que no.
Cuando se la trajeron, el plato era alargado.

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